Hola, mi nombre es Claudia Vigorena. Chilena. Nací en el sur del mundo, Punta Arenas. Felizmente casada desde el año 2001. Soy mamá de 4 hijos, dieñadora, amante de las manualidades, especialmente de las creadas con hilos y lanas.

Mi interés por las lanas se remonta a mi infancia. En mi casa mi mamá tejía para nosotros (también eramos 4) de todo. Y como en Punta Arenas hace tanto frío en invierno y es tan ventoso, mi abuela también nos mandaba ropa tejida. Cada lana era más agradable que la otra, ya que las mandaba mi abuelo de la fábrica de lanas donde él era el diseñador. Mi abuelo era técnico textil, y creaba nuevos hilados y combinaciones. Nos enseñó de las caidas que debieran tener para qué cada hilado, etc.

Mi primer negocio fue el de bordar paños de cocina y venderlos. Tenía bastante éxito! Me hice desde que tenía 10 años, casi todos mis sweaters, así nadie tenía lo mismo que yo. También tejía para regalar.

Cuando comencé a estudiar diseño dejé de tejer por falta de tiempo, pero seguí bordando. Cada vez menos, hasta que lo dejé por completo cuando nos mudamos a Alemania. Ahí mi ocupación principal era la familia, aprender el idioma y la integración. Trabajos que hice con gran éxito! (aparte del idioma…)

El año 2012 mi mamá me propuso que hagamos un “negocio” juntas y nos dediquemos a esto del tejido. Un año más tarde murió de cáncer. Recién el año 2018 me animé a retomar las agujas y el ganchillo lentamente. Haciendo amirigumis de regalo. Desde ahí no he parado. Me dí cuenta de la alegría que le genera al que recibe el producto de tener algo único, y del placer que me genera a mí el realizarlo.

Mi familia es mi mayor motor, me apoyan infinitamente y eso se los agradezco de todo corazón.